Existen
diferentes teorías sobre las adicciones. Una de ellas es que la adicción es una
anestesia para sobrellevar el dolor que tenemos. Por eso, si intentamos
liberarnos de una adicción por cabezonería sin toma de consciencia, con mucha
probabilidad te harás adicto a otra cosa que encima será peor para ti que la adicción
previa que eliminaste. En este caso se podría entrar en sobrepeso (que no es
más que una sobreprotección por el dolor al sentir vulnerabilidad) o en
delgadez extrema (por querer desaparecer del mapa)...
No hay que
forzar la retirada de las adicciones. Se van cayendo solas cuando se toma
consciencia de la herida que adormecen. Y es entonces cuando no la necesitas,
porque eres capaz de sostener tu propio dolor. Así que realmente, tú no dejas
las adicciones, se van solas cuando llega el momento.
Muchos podrían
pensar que la adicción más tóxica es la heroína o alguna droga similar. Sin
duda, tiene gran repercusión para aquellos que la consumen, personas por
cierto, con una capacidad de percepción muy grande que solo pueden anestesiar
su dolor con esta droga, a lo bestia.
Pero realmente,
las adicciones más tóxicas son unas muy comunes y que, casi la mayoría
consumimos: el azúcar y los pensamientos negativos.
Con respecto a
los pensamientos negativos, no hay más que encender el televisor para saber de
lo que estamos hablando. Es más fácil quejarse que asumir nuestra
responsabilidad en el mundo.
La adicción al
azúcar quizá pase más desapercibida. ¿Quién no ha tomado azúcar en el último
mes? Y no solo es el azúcar que todos conocemos como edulcorante, se trata de
todos los productos que llevan fructosa, incluyendo la fruta (aunque ésta sea
un azúcar más sano que el refinado). El azúcar está en todo, incluso en cosas
saladas como embutidos o carnes procesadas.
El azúcar
adormece el tercer chakra. Y cuando esto ocurre, te incapacitas para conectar
con tu poder y volver a tu centro. Entonces el tercer chakra se atrofia y deja
paso al ego maleducado que surge con fuerza para llevar tu vida por el camino
del sufrimiento.
Para
desintoxicarse de esta adicción, como de cualquier otra, hay que realizar una
cuarentena y estar 40 días sin probar nada de azúcar (incluyendo fruta). Al
principio, esta desintoxicación puede que te lleve a no sentir amor por un
bloqueo en el cuarto chakra, así que puedes estallar en ira como una reacción coherente
con la situación de deshabituación que se está viviendo.
Cuando nos
sentamos y miramos alrededor, es muy curioso contemplar cómo el groso de la
sociedad está anestesiada para alejarnos de nuestro propio poder a través de
las adicciones más poderosas: los pensamientos negativos y el azúcar (la televisión
y la comida). Tú eres libre para decidir tomar tu poder o dejar que otros te
controlen.
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