Si me voy antes que tú, no llores
por mi ausencia; alégrate por todo lo que hemos amado juntas...
No me busques entre lo muertos,
en donde nunca estuvimos; encuéntrame en todas aquellas cosas que no habrían
existido si tú y yo no nos hubiésemos conocido.
Yo estaré a tu lado, sin duda
alguna, en todo lo que hayamos creado juntos: en el sudor compartido tanto en el trabajo como en el placer, y en
las lágrimas que intercambiamos.Y en todos aquellos que pasaron a
nuestro lado y que, irremediablemente, recibieron algo de nosotras, y llevan
incorporado, sin ellos ni nosotros notarlo, algo de ti y algo de mí.
También nuestros fracasos,
nuestra indolencia y nuestros pecados serán testigos permanentes de que
estuvimos vivos y no fuimos ángeles, sino humanos.
No te ates a los recuerdos ni a
los objetos, porque dondequiera que mires que hayamos estado, con quienquiera
que hables que nos conociese, allá habrá algo mío. Aquello sería distinto, pero
indudablemente distinto, si no hubiésemos aceptado vivir juntas nuestro amor
durante tantos años; el mundo estará ya siempre salpicado de nosotras.
No llores mi ausencia, porque
sólo te faltará mi palabra nueva y mi calor de ese momento.
Y vive. Vive creando cada día, y
más que antes. Porque yo no sé cómo, pero estoy segura de que, desde mi otra
presencia, yo también estaré creando junto a ti, y será precisamente en ese
acto de traer algo que no estaba, donde nos habremos encontrado. Sin entenderlo
muy bien, pero así, como los granos de trigo que no entienden que su compañera muerta en el campo ha dado vida a muchos nuevos compañeros.
Así, con esa esperanza, deberás
continuar dejando tu huella, para que, cuando tu muerte nos vuelva a dar la
misma voz, cuando nuestro próximo abrazo nos incorpore ya sin ruptura a la
Única Creación, muchos puedan decir de nosotras: si no nos hubiesen amado, el
mundo estaría más triste.
Anónimo
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar en esta página