Recordamos que la fuerza de Mercurio rige todo lo relacionado con el intercambio de información. Si éste se hace de forma adecuada, permanecerá la salud; si no se lleva a cabo de forma correcta, aparecerá la enfermedad.
Las alergias son malentendidos, lecturas
erróneas de una información externa, debido a la falta de conciencia del
alimento en sí. El cuerpo ataca a algo que no es patógeno ni agresivo debido a
un malentendido del mismo...
Las enfermedades autoinmunes tienen la
misma raíz. Se debe a un malentendido de nuestro propio sistema de defensa,
quienes consideran como enemigos a las mismas células de nuestro cuerpo al haber cambiado el
patrón de comunicación y las ataca.
Si hay diarrea es por un problema en Mercurio
que no está procesando ni asimilando la información: algo que debes agarrar, no
lo agarras. A su vez, si hay estreñimiento
es porque algo que debes soltar, aún no lo has hecho (apegos a ideas, formas de
pensar, cosas, personas…) de los que no eres consciente.
Las enfermedades del Sistema Nervioso más
relacionadas con Mercurio son las neuropatías, hiperestesias y las enfermedades
psicosomáticas. Cuando la información que debe procesar tu cuerpo te excede o
no sabe hacerlo, la somatiza.
Mercurio rige también
cómo se produce el intercambio
dentro-fuera de nuestro organismo. Por lo que las enfermedades en Mercurio se
podrían extrapolar a la vida cotidiana. En este caso se representa en función
del grado en el que culpas a los demás
de lo que te está pasando a ti. Realmente la culpa no existe porque todos
estamos conectados y unidos a través de una misma red energética. Si estás en
armonía y tu energía es correcta, esa serenidad estará dentro y fuera de ti, en
lo que ocurre en tu cuerpo y en lo que manifiestas o lo que acontece en tu
vida.
Cuando queremos depurar toxinas hemos de trabajar con
Mercurio y también con Venus. El primero para tener una información correcta de
nuestro cuerpo y del exterior y el segundo para que deje de proliferar lo no
deseado.
Lo realmente
importante en esta fuerza no es la cantidad de medicamento o comida que se
ingiera, sino la calidad de la
misma. Con menos cantidad, si es de más calidad, tendrá más energía y
necesitará menos dosis o cantidad.
La sombra o falta de conciencia de
algo, es lo que produce la enfermedad. Si eres consciente de tu defecto o tu
apego, lo aceptas y lo cambias cuando toque (no cuando tú quieras), conseguirás
que la vida no sea una lucha y no habrá falta de conciencia sobre algo que
rechazamos que nos produzca enfermedad física o sufrimiento.
Como se ha
comentado, la comunicación la rige la fuerza de Mercurio. Por eso es muy importante medir la palabra, lo que
hablamos, lo que decimos y cómo lo decimos. Si rechazas de fuera otras
personas y las juzgas sin ver que eso que rechazas también lo tienes tu, se
producirá la enfermedad.
Si en la vida
surge un problema, se interioriza y se crean nuevas conductas para adaptarme a
la nueva información.
Tratamiento:
Una de las
terapias que tratan el intercambio de información dentro-fuera, es la homeopatía y las flores de Bach. En
ambas no se administra el principio activo, sino que contiene información. Se
trata de darle a tu cuerpo una información que no tenía para solventar el
problema. A mayor dilución, más efecto.
El cloro del
agua común produce información disruptiva con las flores de Bach, por eso no se
debe usar el agua común para fabricarlas, mejor el agua de ósmosis inversa que
elimina el cloro, el calcio, los metales pesados…
-
Plantas:
o
Perejil (planta mercurial que también trata a
hígado), apio, anís verde, el hinojo y en general todas las plantas de la
familia umbelíferas.
o
Hiedra y otras plantas trepadoras.
o
Fumaria (más para el pulmón).
Flores
de Bach: Heather, Water violet, Impatiens.
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