miércoles, 26 de abril de 2017

El Clima de Tauro en la Salud


Se relaciona con el desapego del resultado.

Según Hipócrates la zona que corresponde al clima de Tauro es la zona que va desde la escápula al occipital, siendo la garganta el lugar clave, donde reside el 5º chakra.

En la energía de Tauro se concentra el poder de lo que antiguamente se conocía como “la laringe creadora”: el poder de la palabra...


El clima de Tauro es regido por la fuerza de Venus. Venus es una fuerza húmeda y fría. Representa la tierra fértil que tiene esa misma humedad (aunque menos que la Luna) y es la fuerza viva de la naturaleza (la fertilidad).

La mayoría de problemas relacionados con el 5º chakra se producen cuando no comunicamos lo que necesitamos (3º chakra).

Rige situaciones de polaridad.

Los órganos más importantes que corresponden a esta fuerza son:
-       La glándula tiroides
-       Las glándulas paratiroides

En la glándula tiroides se localizan las hormonas responsables del metabolismo como la tiroxina. Si hay un drenaje inadecuado de energía pueden existir desequilibrios como los que se van a exponer. Es con este ejemplo, donde se va clara la polaridad de Tauro:

-       Si hay excesiva producción de tiroxina se produce el hipertiroidismo, y consecuentemente, una aceleración del metabolismo. Aquí se asociaría con la fuerza de Júpiter ya explicada previamente, que produce calor y expansión.

-       En cambio, si hay escasa producción de tiroxina, el metabolismo disminuirá y se producirá el hipotiroidismo. Aquí se asociaría con la fuerza de Saturno ya explicada previamente, que produce frío y compresión.


El tiroides también produce calcitonina, que sirve para la correcta osificación del hueso. Así que, alteraciones en la osificación pueden relacionarse con alteraciones en el tiroides.

Las alteraciones en la osificación se deben al calcio, que a su vez depende del tiroides y de la glándula paratiroides que genera la PTH (parathormona). Así que, si este eje está afectado, la toma compulsiva de leche sólo producirá obstrucción renal sin que el calcio que lleve pueda ser asimilado por el hueso.

Cada vez que hablamos, drenamos o derramamos energía de nuestro cuerpo. Es por este motivo que hay que discernir si lo que se habla es una semilla o, por el contrario, es cizaña. Si es semilla, de una de ella saldrán centenares más, es decir, recuperas la energía entregada por centuplicado. En cambio, si es cizaña, no habrá fruto y además, atrapará lo bueno que tenías sembrado previamente.

Es importante saber cuando callar también. La palabra es grano y ahí es donde reside nuestra fuerza. Si no hay grano, es mejor no hablar y no derrochar energía. Pues si sale la cizaña, se estropea hasta lo bueno.

Hay que meditar lo que se va a decir para que salga grano y así, regular el tiroides y el paratiroides.


Una vez que la semilla sale de nosotros, no nos preocupamos del resultado. El sembrador sigue sembrando sin mirar atrás.

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