sábado, 30 de julio de 2016

Tu enfermedad como mi metamorfosis: La Historia 3, Milagros

"Hay dos formas de ver la vida: una es creer que no existen los milagros, la otra es creer que todo es un milagro"

Albert Einstein 



La vida tenía que tomar nuevas rutinas. Es lo que hacemos todos para desconectar de nosotros. Cuando tenemos una rutina no necesitamos pensar, no nos fijamos en lo que nos rodea, en los milagros que se producen en cada segundo y en todas partes…, en nosotros mismos.

No me cansaré de admirar el cuerpo humano, ¿cómo el corazón es capaz de mover más de una tonelada de sangre al día en nuestro cuerpo?
¿Sabéis que nuestras células son un organismo independiente similar a un humano pero en tamaño microscópico, con las mismas funciones, trabajo en equipo y necesidades? Y tenemos mas de treinta billones de células, ¡¡más de treinta billones de minimundos aunados para conformar lo que somos!! Parece casi mágico. De nuestras 30 billones de células, un 85% son glóbulos rojos,
¿cómo puede ser posible que 5 litros de sangre, es decir, poco más de 5 kilos, suponen más del 80% de las células de nuestro cuerpo?

Lo más singular fue cuando escuché a un señor gritar en una conferencia a los 4 vientos que somos bacterias. No me pude reír más en ese momento. La vida te las devuelve bien y te hacer no negar nada desde un principio y cuestionar todo. Acaban de publicar, ahora, en 2016, que hay más bacterias en el cuerpo humano que células, concretamente 39 billones de bacterias, siendo esta cifra proporcionalmente superior en las mujeres.

¿Sabéis que alrededor de un 70% de las células nerviosas del corazón son neuronas? ¿Qué hacen las neuronas en el corazón, para qué sirven? ¿creéis que es casualidad? ¡El corazón es un cerebro! ¿Serán por tanto los glóbulos rojos su hilo conductor, sus mensajeros?...


Hace unos años el Dr. Giacomo Rizzolatti, neurólogo italiano, descubrió trabajando en su laboratorio el siguiente hecho que le valió un premio Príncipe de Asturias: primero monitorizaban el cerebro de un paciente, posteriormente le pinchaban en un brazo y se encendía una zona específica del cerebro. Todo normal hasta ahora. La maravilla surgió cuando otra persona al ver cómo pinchaban a un ser humano que estaba cerca de ella, se encendía la misma zona cerebral que al que pinchaban y así descubrieron las “neuronas espejo” y nació la conciencia de la empatía y el descubrimiento de la compasión desde una perspectiva científica y neurológica. ¿Hasta que no se ha hecho científico, aquello que ya se promulgaba hace más de 2000 años con Jesús de Nazaret, no existía? O explicado de otra forma, ¿Dónde residen el resto de las emociones? Todos hemos experimentado amor, dolor, alegría, tristeza, miedo… ¿El que desconozcamos su procedencia y ubicación es sinónimo de que no existen? ¿O se pueden asumir como ciertas aunque no sepamos donde se localizan anatómicamente, aunque no esté demostrado cientificamente?

Pero siempre intentamos justificarnos desde lo más personal: yo soy así porque tengo que ser así. Es fácil no preguntarse cómo es posible que esto sea así o para qué, indagar en el fin último de lo que estás viviendo y experimentando. Eso requiere de muchas energía y, de todas formas, como la ignorancia da la felicidad, mejor vivir en mi cárcel que ya me la conozco. Justificaciones de nuestra conducta y de nuestra cesión de poder del tipo: es lo que he visto desde que nací, ya lo hacían mis padres y mis abuelos, yo con saber lo básico voy tirando: mi nombre y procedencia, mi casa y trabajo, mi familia… todo corriendo sin pararme, con mi horario del día planificado. Lo mismo ha pasado alguna vez un unicornio volando mientras caminaba o conducía al trabajo y lo he ignorado porque tocaba conducir para ir al trabajo y no descubrir lo que la vida tenía para mí. 

A veces pienso que somos mas robots que almas, con nuestros patrones predeterminados hasta antes de nacer. Nos dicen lo que debemos pensar, sentir, anhelar, desear, como debemos vivir y los pasos a seguir para ser feliz. ¿No os da la sensación de que son muy similares los pasos hacia felicidad en la sociedad para ser cada uno de nosotros un mundo? ¿Esto es el libre albedrío? Pues muy libre no parece la verdad. Pero si lo dice la tele tiene que ser verdad…

¿Habéis mirado la noche estrellada en alguna ocasión? ¿Habéis visto aunque sea en la tele (para mí la “caja de desconexión”) lo infinito del universo?

¿Es posible creerse tan necio como para pensar que somos los únicos entes inteligentes vivientes? ¿Tanto es nuestro ego?


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