domingo, 4 de febrero de 2018

Las trampas del ego para caer en la escasez


La dualidad te lleva a la creencia en la escasez. La separación implica soledad, carencia, en definitiva, miedo. Y el miedo es la fe absoluta de que te puede ocurrir algo en contra de tu voluntad; una fe del ego.

La percepción determina la experiencia, en esto radica la libertad emocional. El error es creer que todo lo que se percibe es verdad. No nos damos cuenta de que interpretamos continuamente. Por eso, lo primero que hay que sanar es la percepción...


La percepción se alimenta de los juicios y estos se sustentan en las creencias. Si la creencia fundamental es la escasez, el miedo a perder o a no tener nos lleva a alimentar al ego, y cuanto más miedo tenemos, más escasos nos volvemos. El egoísmo necesita defensa, y esta siempre se apoya en los juicios.

El ego siempre se compara, así liberas su existencia.

El ser humano se siente separado. Para poder vivir esta experiencia de separación, necesita un vehículo, y este es el cuerpo. El cuerpo es un vehículo de la conciencia. Este cuerpo ha sido creado por la conciencia y no por la divinidad. Para poder estar en este mundo llamado Tierra se necesita un cuerpo, una mente y un ego.

El ego es creación de la mente que se siente separada, es una identidad con la que la mente se siente satisfecho. Primero el ego se identifica con el cuerpo, que hace suyo. Sin cuerpo, no hay sueño; se utiliza para comparar y se usan ciertas partes de él para adquirir valor. Se proyecta la preocupación principal en el cuerpo; muchos viven obsesionados con él. El mayor sufrimiento es saber que este va a envejecer y va a padecer enfermedades. El cuerpo es la base de muchos sufrimientos.

El ego nos sustrae nuestro poder cuando nos hipnotiza con la creencia de que somos cuerpos. Lo consigue con la creencia de que nuestros síntomas, nuestras enfermedades y todas nuestras relaciones son fruto del cuerpo y de la casualidad.

La creencia de que algo o alguien te puede hacer feliz es en realidad la base del sufrimiento y del sacrificio. Esta relación especial está fundamentada en la carencia, en la necesidad en la escasez. Consiste en buscar en otro aquello que crees que falta en ti.


Para recibir, debes sentir que lo tienes todo, que eres merecedor de todo. Si pides desde la carencia, vives con carencia, pues cada uno es lo que es y no puede hacer más por ti de lo que tú mismo harías.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por participar en esta página