lunes, 18 de diciembre de 2017

Lo que el corazón esconde detrás de las enfermedades


El corazón no es solo un centro, sino que es el centro del cuerpo. Está aproximadamente en el centro, ligeramente desplazado a la izquierda, el lado de los sentimientos (correspondiente al hemisferio cerebral derecho). Está exactamente en el lugar que uno toca cuando se señala a sí mismo. El sentimiento y, más aún, el amor están íntimamente unidos al corazón.

El corazón no miente. La verdadera energía del corazón es el amor. Por eso al hablar, si se hace mirando a los ojos, se generará más confianza. Pues el brillo de los ojos viene del corazón. Cuando una persona dice la verdad se activa el sistema nervioso parasimpático (entre otras acciones es el que nos trae la calma) que también controla glándulas como la lágrima. Si hay película lagrimal en los ojos, éstos le brillarán y sabrás que está diciendo la verdad...


Si repasamos algunas de las muchas frases hechas en las que se habla del corazón, veremos que siempre se refieren a situaciones emotivas. Estas son algunas de ellas:

-       Me duele el corazón: el corazón duele por poseer, no por querer. Se debe a miedo e inseguridad a perder algo o alguien por creer que es tuyo. El amor sólo da. No necesita ser comprendido ni recibir. Y cada uno de nosotros hemos de ser completos por nosotros mismos.

-       El corazón no le cabe en el pecho: Son aquellas personas a las que, de buenas se les consideran tontas. Pero esto tampoco es amor real, pues el amor verdadero también necesita decir que no. La enfermedad que se produce se denomina miocardiopatía dilatada y su origen se manifiesta en una persona que se da a los demás para agradar subyaciendo de base una inseguridad en ella misma.

-       No tiene corazón: estas personas son aquellas cuyo corazón no tiene cabida para su función, que es bombear la sangre por todo el cuerpo. Pierden las cavidades porque los tabiques del corazón crecen sin dejar hueco para que se llenen de sangre: la vida. La enfermedad que lo expresa se denomina miocardiopatía hipertrófica.

-       Es frio de corazón o tiene el corazón congelado: se trata de personas más mentales que han dejado de escuchar a su corazón. Lo que tú no inflames se inflamará. La patología que representa a esta expresión es la inflamación de las coronarias conocida como arteriosclerosis, capaz de producir angina de pecho. La arteriosclerosis es una inflamación que, como consecuencia, produce endurecimiento de las arterias. Es curioso que la mayoría de pacientes con esta enfermedad toman ácido acetil salicílico pero a unas dosis muy pequeñas, casi irrisorias. La aspirina infantil contiene 250 mg de este compuesto. El adiro, nombre comercial más usado para el ácido acetil salicílico, contiene 100 mg, y para una persona de 70 kg de peso debería ser insuficiente. Sin embargo funciona. Y la razón por la que es útil, como se puede sustraer no se debe a la cantidad sino a la información que aporta este medicamento. Al ser antiinflamatorio se le da esta información al cuerpo para que su corazón se abra, se dilate.

-       Tener el corazón cansado: se debe a luchar contra tu corazón, por haber tenido que hacer algo en contra de lo que el corazón le decía. A veces ocurre debido a programas mentales, creencias instaladas que crea un conflicto con el corazón. La patología que aparece es la insuficiencia cardíaca.

-       Tener el corazón encogido, en un puño: causado por el miedo, capaz de acelerar el corazón y hacerlo más pequeño. Cuanta más conciencia tenga una persona, más capacidad de amar tendrá.

-       Salirse el corazón de pecho: producido al contener una emoción que se quiere expresar. Cuando la verbalizas o la expresas de alguna otra forma, el corazón se tranquiliza.

-       Se me para el corazón: son personas que no supieron aprender ni darle rienda suelta a la vida. La sangre se “cuaja” y por eso necesitan sintrom y en los casos más graves, un marcapasos para que algo externo ponga en marcha lo que esa persona no supo o pudo, como en algunos casos de Infarto Agudo de Miocardio.

Las patologías concretas de las válvulas del corazón, que producen los tan conocidos soplos, también tienen su explicación:

-       Si la causa del soplo es por una insuficiencia, la persona sentirá que la vida se le escapa con las emociones, pues no es capaz de controlarlas. En la insuficiencia, la sangre se escapa por la válvula, es decir, la persona deja escapar la vida.

-       Si la causa del soplo se debe a una estenosis, la persona no interpreta las emociones como suyas, conteniendo las mismas para que no salgan.

Hay personas que sienten que le han roto el corazón. Si esta ruptura se recupera desde la mente, el corazón se endurece y entonces podrá tener buenas palabras pero no hechos. En cambio, si se recupera desde la comprensión y la consciencia, tu espíritu y tu consciencia se amplían y el corazón puede hacerse un poco más grande.

Valdría la pena pararse unos minutos a responder estas cuestiones:

-       ¿Tengo la cabeza y el corazón, el entendimiento y el sentimiento, en un equilibrio armónico?

-       ¿Dejo a mis sentimientos espacio suficiente y me atrevo a exteriorizarlos?

-       ¿Vivo y amo con todo el corazón, o me reservo algo?


-       ¿Mi vida es animada por un ritmo vivo o trato de forzarle un compás más rígido?

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