Aunque está muy extendido el que tus pensamientos crean tu
realidad, hay enfermedades que no son
causadas por los pensamientos negativos sino por la falta de amor hacia uno
mismo. Hay personas que creen que los pensamientos eran los responsables de
su cáncer y comienzan a tener miedo de sus propios pensamientos.
Después temen ese miedo a sus pensamientos, hasta ahogarse
en un torbellino de infinito miedo. La
clave no está en ser positivo simplemente, sino en ser tú mismo. No se
necesita erradicar todos los pensamientos negativos, lo que es necesario es
quererse por quien eres y no por lo que los otros quieren que seas. No hay que
temer a los pensamientos porque solo son parte de quienes somos. Negar las
emociones negativas y creer que esa negatividad está mal, solo sirve para
empeorar los problemas...
Cuando hablamos
desde el corazón, el mensaje sale a través de nosotros, no de nosotros.
Atraemos muchas cosas y situaciones en nuestras vidas,
pero no solo con pensamientos y actitudes, sino también con quienes somos.
Atraemos lo que es verdaderamente nuestro, lo que realmente necesitamos en cada
momento, tanto positivo como negativo.
Eso significa que cuanto más nos queramos y nos valoremos,
nuestras vidas reflejarán en mayor medida esas emociones y eso nos llevará a un
estado de optimismo, que es un estado mucho más sano que el del esfuerzo por
mostrarse siempre positivo.
Para lograr esto debemos asumir sin juicios todas nuestras emociones,
incluyendo la decepción, la frustración, el dolor, la tristeza o el duelo.
Tenemos que aceptar todos los aspectos de nuestro interior, porque ahí es donde
se encuentra lo más profundo de nuestra humanidad.
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