martes, 14 de febrero de 2017

La fuerza de Saturno en la Salud y la Enfermedad. Parte I




Saturno corresponde al dios Chronos, el dios del Tiempo, que sustituyó a Urano, el dios del Cielo. Previamente a la llegada de Chronos, no existía la dimensión del tiempo y por tanto, tampoco del espacio. En esa nueva dimensión es donde entra a formar parte del juego la materia como tal, la densificación de lo sutil, que es precisamente lo que representa Saturno...

Por tanto, Saturno es la materia, que viene a ser, energía condensada.

Relación con los órganos:
-       Oreja izquierda
-       Bazo
-       Médula ósea (órgano generador de la sangre)
-       Huesos (parte de nuestro cuerpo más densa)

La sangre per sé, se relaciona con el Sol y con Marte, pues la hemoglobina lleva hierro, representado en marte ya con su sobrenombre: “El planeta rojo”.

Saturno representa al mismo tiempo la creación y la destrucción. Por eso en las imágenes aparece como una guardiana con un reloj de arena o un dios comiéndose a sus propios hijos (los crea y posteriormente los destruye)

La personalidad que impera en la fuerza de Saturno es una persona rígida, suelen ser delgados y huesudos. Corresponde al elemento Tierra, por tanto son fríos y secos: “ni sienten ni padecen”. Son personas que suelen ponerse muchos límites a ellos mismos.

Es el señor de los límites y se manifiesta en forma de quistes y endurecimientos. Representa la fuerza con la que el cuerpo intenta enquistar aquello que nos produce enfermedad.

Un ejemplo de ello puede ser la tuberculosis, que puede estar enquistada sin dar la cara mucho tiempo. El cáncer muchas veces aparece inicialmente como un quiste, mientras Saturno tenga energía para limitarlo. Como comentamos previamente, en el cáncer actuará Venus encargada de la proliferación y Júpiter, responsable de su expansión traducido como metástasis.

Por estos motivos, hay que ser cauteloso al realizar una biopsia cuando se quiere analizar un quiste. Al perforarlo, se rompe la fuerza de Saturno y entonces Venus y Júpiter podrían actuar sin límites. Como prevención antes de una biopsia se debería fortalecer la fuerza de Saturno.

Olor: fétido.

Color: morado, violáceo (tonos oscuros).

Pecado capital: la avaricia.

El metal que lo representa es el plomo. Las intoxicaciones por este metal pesado, de hecho, se denominaban Saturnismo, y pueden afectar a la médula ósea y los huesos.


Tanto el plomo como el mercurio son metales pesados que no existían antes en la naturaleza. De hecho, las profundidades del mar son las únicas libres de ambos por ahora. Otros metales como el arsénico, que se encuentra en el arroz integral, ha estado presente siempre en la Tierra, y por tanto, lo podemos eliminar a través del sudor, a diferencia del plomo y el mercurio, que se quedan acumulados en nuestro cuerpo.

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